El Concepto de intermusicalidad
Partiremos del concepto de intertextualidad acuñado en los años 70 por la crítica literaria Julia Kristeva que demuestra como cualquier texto futuro no puede ser sino un diálogo con textos anteriores, una glosa. Todo texto es un intertexto, otros textos se encuentran insertos en un texto bajo formas más o menos reconocibles. Este movimiento literario se ha dado en todas las artes y ha propiciado en música el término intermusicalidad; neologismo que en España se ha denominado "Música sobre músicas" cuando uno o varios textos musicales preexistentes se han reestructurado dándoles un nuevo sentido. Puede usarse la técnica del "collage" o entenderse la intermusicalidad como arte fónico y de sonidos de la naturaleza, así como fusión de culturas en los procesos interculturales.
El término anglosajón utilizado es Borrowing: préstamo. Hertz en 1993 propuso para la música la palabra intertexturalidad en Angels of Reality. Ingrid Monson, etnomusicóloga y profesora asistente en el Departamento de Música de la Universidad de Chicago, introduce en 1996 el término de intermusicalidad. El concepto de Intermusicalidad nos presenta cómo una música ya creada puede llegar a habitar en otras músicas; se conecta lo antiguo con lo moderno. La música en Occidente ha usado reiteradamente elementos musicales anteriores para crear nuevas obras, pero en el s. XX se ha incrementado esta práctica. En este proceso creativo el compositor debe conocer en profundidad la pieza utilizada para crear esa fusión. Los elementos antiguos adquieren una nueva vida y significado en esa nueva obra, sin olvidar el respeto a la estética e historia del material prestado precedente y su intencionalidad en la nueva obra, que puede ser muy diversa. Para comprender este proceso artístico podemos hacernos una pregunta: ¿Qué pasaría si nosotros nos trasladásemos en el tiempo 100, 300, 700 años, tal y como ahora somos? ¿Cómo nos sentiríamos y habitaríamos en esa nueva obra?
Historia de la Intermusicalidad y creaciones musicales a destacar
Desde la melodía medieval encontramos influencias de los repertorios de la liturgia, cantos Bizantinos, Romanos y Ambrosianos. La polifonía existente hasta el siglo XIV: Organum, Discanto y Motete están basados en melodías y cantos existentes. Machaut utiliza los motetes de Vitry como modelo. En el Renacimiento los motetes están basados en cantos litúrgicos y profanos. Después del siglo XVII tienden a imitar estilos más que melodías y polifonías complejas. También se encuentran influencias folk en las Variaciones Goldberg de Bach. Durante el siglo XIX surge el Nacionalismo. Los compositores se interesan por las músicas propias de cada país y su folclore y lo introducen en la música que crean. Beethoven también imprime en su sinfonía Pastoral temas folk. A lo largo de todo el s. XX sigue interesando mucho la música folk. Tenemos ejemplos como Kodàly, Bartók que transcriben música y hacen acompañamientos para las canciones populares de su nación. Otro ejemplo sería Copland que utiliza las canciones americanas y Falla que muestra en sus obras la influencia del folclore andaluz. Villa-Lobos utiliza como fuente de inspiración y recreación la música Brasileña, Puccini tomó prestadas melodías chinas para la ópera Turandot. El italiano Luciano Berio en 1968 escribe su sinfonía con múltiples músicas entre ellas las de Mahler, Debussy, Ravel y cita textos de Claude Lévi-Strauss, textos de la novela de Samuel Beckett El Innombrable. Berio desarrolla la técnica del collage en el tercer movimiento de su sinfonía. También la música jazz y las bandas sonoras han utilizado mucha música clásica: Williams se inspira para La Guerra de las Galaxias en la obra Los Planetas de Holts.
En España Tomás Marco escribe en 1942 Oculto Carmen, homenaje al compositor José García Román con elementos tomados de Granada de Isaac Albéniz. José Peris Lacasa compone las Variaciones para Gran orquesta sobre una Pavana de Luis de Milán en 1962. Sobre estas variaciones Gerardo Diego apunta: "el tema se presenta de forma nueva y original, pero sin perder nunca su relación con la fuente de la que dimana". Esta obra está escrita en Munich bajo la orientación de Orff a quien está dedicada y terminada en Alicante en 1961. En 1965 Peris recibió el Premio Nacional de Música por su Concierto Espiritual sobre textos de El Cristo de Velázquez de Unamuno, obra estrenada en 1974 por la orquesta sinfónica de la RTVE. Acerca de su Preámbulo para Orquesta-Saeta el crítico Antonio Fernández Cid, afirma: "su notable manejo de la orquestación con abundante empleo de la percusión y una libertad formal en la que tienen especial relieve los bloques armónicos y la esencia españolista que culmina con la saeta." José Peris Lacasa explica que su música es atemporal y que las veces que ha utilizado material de otros compositores en sus obras siempre ha sido para homenajear a aquellos.
Intermusicalidad y las obras inspiradas en el folclore del Matarranya que se han creado a través de la asociación Corals del Matarranya.
Tal y como dice el pintor Herman Braun-Vega "considero el arte como un medio privilegiado de comunicación: esa es su función en la sociedad. Cuando logra integrarse en la vida cotidiana, el arte es funcional. Yo creo en el arte funcional."
Desde el año 2000 Corals del Matarranya está siguiendo una línea de investigación que propicia la creación de nuevas obras a través del material folclórico y antropológico del Matarraña: melodías, ritmos, reclamos y sonidos de la naturaleza, palabras y textos. Corals del Matarranya es una asociación que integra todos los coros de la Comarca del Matarraña, ocho en la actualidad: Coral Thymiaterion de Calaceit-Calaceite, Coro de Cámara de Beseit-Beceite, Coral Francisco Turull de Cretas-Queretes, Coral de La Freixneda-La Fresneda, Coral de Valljunquera-Valjunquera, Coral de Massalió-Mazaleón, Grupo Kinessis i Coral Xiquets del Matarranya.
Esta asociación propone la recuperación del folclore propio del Matarranya en lengua catalana y favorece la aparición de obras de nueva creación utilizando elementos propios del folclore de la zona. Todas las obras son para coro mixto a cuatro voces y para coro de voces blancas. Muchos compositores han visitado nuestra tierra y nos han ayudado en nuestra tarea de creación musical. Algunos compositores han utilizado las canciones del Matarranya como elemento fundamental sobre el que edificar la obra musical y otros han preferido realizar obras nuevas a partir de elementos folclóricos presentados: recreaciones. Siempre se ha intentado que el compositor disfrutara de la mayor libertad posible a la hora de desarrollar su creatividad.
Existen ya alrededor de 20 obras de nueva creación para coro con el tema del folclore del Matarraña. Todas ellas escritas por prestigiosos compositores españoles que combinan una importante trayectoria musical y artística con un gran oficio y sabiduría. Sirvan como ejemplo los siguientes compositores y obras:
- Manuel Oltra: Lo Moixó de Montpeller.
- Jesús María Muneta. Sant Josep se fa vellet.
- José Peris Lacasa. Cançó de Nadal.
- Agustí Cohí Grau: La Balladora.
- Tomás Aragüés Bernad: Plou i fa sol.
La labor de Corals del Matarranya en la recuperación del folclore propio viene reforzada por el intenso trabajo que realizan los tres directores de las diferentes corales: Francisco José Celma, Beatriz Barceló y Margarita Celma.
Los más de cien coralistas que componen los coros aprenden estas canciones y actualmente están grabando un CD con las obras creadas.
Hacia donde va la intermusicalidad.
El universo de los "inter" es cada vez mayor y los neologismos no dejan de aparecer. Las fusiones musicales, literarias y artísticas cobran más relevancia en una sociedad que precisa una alta dosis de interculturalidad para ser comprendida.
La intermusicalidad, presente desde el comienzo de la historia de la música escrita, adquiere a lo largo del siglo XX y XXI una especial importancia, revitalizando la producción creativo-musical y abriendo siempre nuevos caminos para la composición.