Au sujet de la Patagonie chilienne Entretien avec Hernán Sandoval
Roberto Gac: La Patagonia chilena, una de las regiones más hermosas del planeta, está en peligro. ¿En qué consiste, precisamente, ese peligro?
Hernán Sandoval: La Patagonia chilena contrasta con su vecina oriental, la Patagonia argentina, por ser un territorio torturado por las fuerzas telúricas. Una costa fragmentada que es transición hacia el Pacífico Austral, vasto e indomable, con miríadas de fiordos e islas cubiertas de espesos bosques, la mayoría deshabitadas; una cordillera abrupta, coronada de nieves y con faldeos que se suavizan a medida que avanza hacia el oriente dejando valles y lagos de increíble belleza y salvaje quietud. De ella dijo Gabriela Mistral, nuestra poetisa y premio Nóbel de literatura, frente al ventisquero colgante de Queulat:
"¡Qué grande, y azul y quieta, Parece cosa embrujada! Haz la señal de la cruz. Yo nunca vi agua parada."
La insigne poetisa pone en pocas palabras la emoción que despierta adentrarse en ese territorio de naturaleza prístina e imponente. Compartimos esa emoción cada vez que podemos abandonarnos a la seducción irresistible del encuentro con la quietud de sus bosques, la majestad de sus glaciares, la geología al desnudo de sus montañas, que también hicieron decir a Neruda:
"Patagonia, aquella de dientes helados roídos por el trueno, aquella de bandera sumergida en la nieve perpetua."
Esa misma Patagonia que desde hace un siglo sufre los embates del lucro desenfrenado, aún guarda tesoros de naturaleza intocada que es preciso preservar de ese mismo lucro que aun quiere herir lo que queda de pureza.
Ya se quemaron millones de hectáreas de bosque para abrir campo a las insaciables necesidades de la crianza de ovejas y vacas. El fuego escapó de los valles y subió a los montes que, 80 años después del incendio, muestran los cadáveres de los árboles calcinados; ya se erosionaron millones de hectáreas con pastoreo implacable, por encima de la capacidad de recuperación de los suelos; ya se cortaron los bosques que estaban al alcance de la sierra. Y ahora los explotadores quieren encajonar los ríos, domar los caudales, aprisionar su fuerza para sacar electrones y transportarlos a miles de kilómetros de distancia.
Ahí está el peligro en ciernes. Contra eso requerimos una corriente mundial de apoyo a la conservación de los ríos Baker y Pascua, amenazados por la construcción de 5 represas que originarán embalses de más de 5000 hectáreas de superficie. Al comienzo serán el Baker y el Pascua, luego seguirán varios otros ríos de la Patagonia chilena.
Las represas son el primer peligro, pero tan importante o más sería la construcción de la línea de alta tensión proyectada para llevar la energía hasta las proximidades de Santiago en un recorrido de 2200 Km. Verdadera cicatriz en el flanco de Chile, esta línea de acero atravesaría parques naturales y áreas silvestres protegidas, hendiendo sus bosques y torturando el paisaje de 200 comunas en su largo viaje para alimentar el centralismo devastador de la capital.
El peligro de la mutilación del patrimonio natural de la Patagonia amenaza el desarrollo del ecoturismo que actualmente está trasformándose en la principal fuente de trabajo y de ingresos de la región, sin alterar la naturaleza, sino protegiéndola, pues su protección es la razón misma de la actividad ecoturística. Conservar el patrimonio natural es un tributo que Chile puede brindar al mundo, porque quedan pocas zonas de esta prístina belleza. Es más una reserva de la humanidad que un territorio de propiedad de los que lo explotan sin buscar su mantenimiento y conservación, sino el máximo lucro, en el menor plazo.
RG: Llama la atención que las multinacionales americanas, suizas y españolas, hayan conseguido las concesiones para explotar los ríos de la Patagonia justo antes del fin del régimen pinochetista. ¿Es posible hoy día oponerse a esas concesiones?
HS: En realidad todo comenzó con la "dictación" del código de aguas durante la dictadura, en 1980, cuando se otorgaron derechos plenos de las aguas para usos productivos, a personas y empresas chilenas, entre las cuales ENDESA, que a la época era una empresa del Estado. Posteriormente, al final de la dictadura, Endesa Chile fue privatizada pasando a manos de un grupo nacional que, en 1998, durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, la vendió a ENDESA España. La venta se hizo incluyendo todos sus haberes, es decir, también los derechos de agua de ENDESA Chile. La mayor parte de las compañías extranjeras que tienen derechos de agua los adquirieron por esa vía, comprando o asociándose con empresas que ya los poseían.
Esta situación fue parcialmente modificada durante el gobierno de Ricardo Lagos, quien logró hacer aprobar una ley en el parlamento estableciendo que los derechos de agua no utilizados serán sometidos a un impuesto progresivo hasta que se ejecuten las obras para los cuales fueron cedidos originalmente. Hasta esta ley eran cedidos a perpetuidad, sin ninguna condición. La nueva ley todavía no tiene tres años de vigencia y sus efectos no se han visto todavía. Sin embargo pensamos que se debe impugnar el código de aguas y promulgar leyes que permitan defender el patrimonio común de todos los chilenos, contra la voracidad de los intereses de los monopolios nacionales e internacionales.
RG: Uno de los argumentos preferidos de los partidarios de las mega represas hidroeléctricas es que se trata de producir energía limpia, sin repercusiones sobre el calentamiento del planeta. ¿Qué puede decir la asociación "Chile Ambiente" al respecto?
HS: Todas las formas de producción de energía eléctrica tienen impacto sobre el ambiente. Sin embargo siempre se ha sostenido que la hidroeléctrica sería la de menor impacto y ésa es la posición que se sustenta hoy respecto de las represas de Aysén. Pero esta afirmación ha sido desmentida por numerosos desastres ecológicos asociados a grandes represas: Asuán en Egipto, el Gurí en Venezuela, entre muchas otras.
En realidad es falso decir que las represas no contribuyen al efecto invernadero porque no emiten CO2. Por el contrario, al inundar extensos bosques antiguos lo hacen por dos vías: la primera es porque sustraen la capacidad de captura de CO2 que tienen los bosques que se inundan; la segunda, porque la materia orgánica bajo el agua sufre un lento proceso de descomposición anaeróbica que lleva a la liberación de metano, gas que contribuye con una potencia 30 veces mayor que el CO2 al efecto invernadero. Además nuevos estudios demuestran que la carga orgánica y mineral de los sedimentos que acarrean los ríos Baker y Pascua producen una fuerte estimulación de la captura de CO2 en el mar, por crecimiento del plancton y el aumento de la actividad de fotosíntesis del mismo. La retención de esos sedimentos por las represas afectaría fuertemente la capacidad de crecimiento del plancton y no sólo la captura de CO2, sino toda la cadena biológica regional, llegando incluso a comprometer, eventualmente, la alimentación de las ballenas. Sería paradojal que Chile, que ha declarado por ley de la república que nuestras costas son un santuario ballenero, construya mega represas que deterioran la cadena biológica de alimentación de las ballenas. No las cazamos, pero las matamos de hambre.
- Chile posee una gran riqueza de energía hidráulica por el gran desnivel de sus ríos que nacen en la Cordillera de los Andes sobre los 3000 m de altitud, y en apenas unos doscientos kilómetros llegan al mar. De ellos se ha aprovechado parcialmente la energía de los más caudalosos y se estima que hay más de 10000 mega watts potenciales en los cursos de agua no intervenidos, en centrales de pasada solamente, que producen un impacto ambiental mucho menor. El problema para su uso está en las restricciones que impone el Código de Aguas y en la dispersión de instalaciones para aprovechar integralmente ese potencial, ya que se trata de centrales de menor potencia, entre uno y quinientos mega watts.
- El interés de los ríos Baker y Pascua está en que son ríos de caudal permanente, con muy pocas variaciones durante el año, ya que se alimentan de grandes lagos, de la lluvia en invierno, de los deshielos en primavera y de los enormes glaciares de campo de hielo norte, para el Baker y campo de hielo sur para el Pascua, en verano. Esto hace que puedan producir a plena capacidad durante todo el año, sobre un 95% de aprovechamiento de la capacidad instalada, mientras que las centrales hidroeléctricas comunes se encuentra alrededor de un 70%.
- Esto es del mayor interés para Endesa España, que junto con sus socios chilenos, producen más del 70% de la electricidad del país. La producción de las Centrales patagónicas representarían por sí solas más del 15% de la electricidad de Chile, si se llegaran a construir (entrarían en funcionamiento en los años 2016 a 2020). Las represas de Aysén abren la posibilidad de perpetuar el monopolio, porque de constituirse la sociedad Endesa España & Colbún, las empresas socias en el proyecto Aysén, producirían más del 90% de la energía del sistema interconectado central que abastece a la mayoría de la población. El gran negocio y la posición dominante son en verdad los motivos más poderosos para insistir en la construcción abusiva de esas represas, cuando hay muchas otras posibilidades hidroeléctricas, más pequeñas pero más amigables con el ambiente.
- Los promotores de las megas represas mencionan sólo la inundación que éstas provocarían, relativamente baja en relación con la potencia producida. Sin embargo, al impacto de la modificación de los cursos de agua hay que sumar el impacto de la línea de transmisión que, con sus 2200 kilómetros, sería la más larga del mundo.
RG: Otro argumento a favor de las mega represas es, según sus promotores, el beneficio económico que aportará a Chile: electricidad barata para todos los chilenos, tanto para los particulares como para las empresas. Los chilenos son muy sensibles a esta promesa. ¿Tienen razón?
HS: El consumo de electricidad en Chile ha crecido en forma sostenida y paralela al crecimiento del Producto Interno Bruto, como se ve en el gráfico adjunto. Nuestra forma de desarrollo económico -exportador de materias primas y semielaboradas, cobre y celulosa, y con una agroindustria en expansión- necesita aumentar su producción de energía eléctrica.
La estimación del incremento de la demanda se sitúa entre un 5 al 8% al año. Ello sin considerar los importantes ahorros que se obtendrían con un uso eficiente de la energía por parte de los mayores consumidores, la minería, la industria y el transporte. En Chile no se ha producido el desacople que se observa en los países desarrollados después de la primera crisis del petróleo, donde el crecimiento económico se mantiene mientras el consumo energético permanece estable, como lo muestra el gráfico. Sin duda las proyecciones tendrán que ser ajustadas una vez que se introduzcan políticas de eficiencia energética. Es preciso aumentar la producción eléctrica porque Chile está aún en un nivel bajo de consumo per cápita (sólo 2500 kilo watts año). Los países de la OCDE, donde se ha producido el desacople entre producción de electricidad y crecimiento económico, lo hicieron con niveles de consumo per cápita por encima de 5000 kilo watts año.
Un estudio de las Universidades de Chile y Santa María publicado en Agosto de 2008, muestra que las energías renovables no convencionales, micro y minicentrales hidráulicas de pasada, eólica, geotérmica (el 10% de los volcanes activos del mundo se encuentra en Chile), mareomotriz y termosolar, pueden generar el 50 de la matriz eléctrica en el año 2025. Si se suma a ello la eficiencia energética, se puede suplir el incremento de la demanda sin recurrir a las represas en Aysén.
El Consejo de Defensa de la Patagonia (CDP) está llamando a las autoridades a llevar a cabo políticas de estímulo al ahorro energético, incentivos a la micro y mini producción hidráulica, introducción de energías renovables no convencionales, entre otras estrategias, para no construir las represas de la Patagonia y dar satisfacción al incremento de la demanda que, de acuerdo a nuestras estimaciones, no sobrepasa el 5% anual.
La población del país ha recibido favorablemente la campaña del CDP y tres sucesivas encuestas de diferente origen, de abril, mayo y julio de este año señalan, sostenidamente, que el 54% de la población está en contra de la construcción de la represas en la Patagonia y sólo un 30% las apoya. Ello es muy importante porque la gente sabe de la necesidad de más energía, pero no está dispuesta a tenerla a cualquier costo. Por otra parte el consumo de los hogares no alcanza al 15% del total de electricidad consumida, con una distribución muy inequitativa en función de los niveles de ingreso: para el primer quintil, el más pobre, la energía representa el 20% del gasto familiar, lo que los lleva a restringir su consumo energético. A pesar de que el gobierno ha otorgado algunos subsidios para aliviar la carga financiera de los más pobres, el precio de la energía, gas domiciliario y electricidad, se ha duplicado desde el año 2002.
La realidad es que en este marco de inequidad el incremento de la producción está destinado al sector productivo, especialmente minero, y no a mejorar la situación del consumo familiar, en particular de los más pobres. La minería se encuentra en un periodo de gran crecimiento por el elevado precio del cobre y otros minerales y se estima que por lo menos durante 10 años habrá una gran demanda y precios altos. Sólo la minería del cobre representó más del 25% del PIB el año 2007 y las mineras transnacionales exportaron ganancias por ocho mil millones de dólares. En la práctica el crecimiento estimado de la demanda de electricidad se explica principalmente por las grandes inversiones mineras de los próximos años.
La actual crisis económica mundial ha tenido un gran impacto en el precio del cobre, que en diciembre del 2008 era un tercio del precio que tenía en enero del mismo año. La disminución del precio influirá sin duda en las inversiones mineras proyectadas de 55.000 millones de dólares para el periodo 2011-2020. El crecimiento previsto de la actividad minera explica en gran parte el incremento proyectado de la generación eléctrica y ya se anuncia la suspensión de algunos proyectos por la incertidumbre del precio del cobre. Ello sin duda llevará también a la suspensión de algunos proyectos energéticos.
RG: Mega represas o bien, turismo. ¿Pueden cifrarse esas dos opciones como fuentes de riqueza?
HS: Un estudio reciente de la Universidad de Chile señala que disminuiría el turismo patagónico, tanto durante la construcción como durante la operación de las centrales hidroeléctricas, porque el gran valor turístico de la Patagonia chilena es su paisaje, que ya mencionábamos antes.
- Aysén tendría pérdidas por US$ 13 millones anuales a causa del proyecto de represas, por disminución del turismo, si la llegada de turistas se mantiene como hoy. Y mucho más si crece.El ecoturismo es más beneficioso que las hidroeléctricas y el tendido eléctrico para la Región de Aysén. Si el Estado protegiera el bien público tendría que inclinarse por no avalar el proyecto. La naturaleza o belleza escénica es un bien económico de alto valor, superior en rentabilidad privada y social a otros recursos escasos, como los combustibles o la producción embalsada de energía.
- Los factores de pérdidas económicas para la región se reparten en la disminución del flujo turístico en la Carretera Austral; la reducción en las estadías en hostales y lodges; la baja de los ingresos y empleo turísticos; baja del volumen y precios en ventas inmobiliarias en la zona; y la pérdida de activos forestales. Con el proyecto se perderían 3.921 empleos netos: 91% en el comercio, turismo y transporte, y 9% en pérdida de empleos ganaderos.
- El turismo tiene ventajas evidentes, ya que opera con pequeños empresarios, es muy sustentable y tiene un potencial creciente, tal como lo demuestran los ejemplos de Nueva Zelandia y Argentina. Por otra parte, hay que considerar la rápida depreciación de los terrenos que causarían las torres de transmisión eléctrica, de 70 m. de altura y puestas cada 300 m. Lo estético tiene un valor comercial objetivo. El paisaje es una mercancía de muy alto valor.
- En el período de construcción de las represas, las pérdidas para el sector turístico llegarían a casi 40 millones de dólares anuales, replicados por los años que dure la fase de edificación del proyecto. HidroAysén propone a la comunidad ingresos -vía empleos para Aysén- que aportarían 6 y medio millones de dólares al año, muy por debajo de lo que hoy ingresa a la región (72 millones de dólares anuales) por concepto de turismo, según cifras de Sernatur del 2007. Y no debemos olvidar el daño que causaría todo esto a la imagen internacional de la Patagonia chilena.
RG: ¿Cuál es la posición del gobierno socialista de Michelle Bachelet frente a esta problemática?
HS: Los gobiernos de la Concertación Democrática (desde 1990) no han modificado sustancialmente la política energética instalada por la dictadura de Pinochet, que permitió la privatización de las aguas y de las compañías eléctricas estatales. La política oficial ha sido dejar que el mercado y los inversionistas presenten proyectos de generación y el gobierno los autoriza. Sin embargo esa política no ha permitido superar las insuficiencias de generación eléctrica y el país vive al borde del déficit eléctrico. No ha habido ni hay una política estatal proactiva, ni Michelle Bachelet ha introducido cambios significativos a esa política, salvo la creación de un Ministerio de Energía que aun no tiene facultades legales para modificar la situación. Algunos de los ministros de su gabinete se han pronunciado públicamente a favor de la construcción de las represas. Esto ha producido malestar por intervención abusiva en un proceso administrativo, dado que los promotores de las represas y el tendido eléctrico recién han presentado un estudio de impacto ambiental (14-08-08) y no tienen aún la autorización para construirlas. Varios diputados y senadores han reclamado por ese intervencionismo y han exigido imparcialidad al gobierno y la administración.
Desde la presentación del estudio de impacto ambiental ha habido una fuerte presión sobre las autoridades para que aceleren el otorgamiento del permiso de construcción de las represas. Sin embargo los servicios públicos señalaron las graves carencias e insuficiencias del estudio y formularon más de 3000 observaciones a las cuales la empresa debe responder antes de que les sea otorgada la autorización. Participaron más de 30 servicios públicos en la evaluación del impacto y 13 de ellos señalaron que debía rechazarse la propuesta de la empresa porque los antecedentes entregados no permitían que se evaluara correctamente el impacto ambiental del proyecto. Además se recibieron más de 3500 observaciones de organizaciones no gubernamentales, incluyendo universidades, y más de 7000 de la comunidad en general. Finalmente el 14 de noviembre pasado el intendente (gobernador designado por la presidenta) otorgó un plazo suplementario a la empresa, hasta el 29 de Agosto del 2009, para que dé respuesta a las observaciones formuladas. Nunca -en los 16 años del sistema de estudio de impacto ambiental- un proyecto había recibido tal número de observaciones y ello demuestra el alto interés que la ciudadanía otorga al proyecto y a la defensa de la integridad de la Patagonia.
RG: ¿En qué medida la suerte de la Patagonia chilena concierne a Europa ?
HS:Ya señalábamos que los ríos Baker y Pascua se alimentan de varias fuentes, entre ellas los campos de hielo norte para el primero y campos de hielo sur para el segundo, campos que constituyen casi el 70% de todos los glaciares de Chile. Son los más australes del continente americano y representan una de las más grandes reservas de agua dulce del mundo. Todo ello en el marco de una naturaleza donde quedan los últimos bosques templados y fríos del hemisferio sur que no han sido tocados por el hombre y un paisaje prístino de naturaleza agreste. Es, como lo llaman los aiseninos, una reserva de vida que ofrece enormes posibilidades de ecoturismo, no invasivo y preservador del medioambiente. Salvar los ríos de la Patagonia chilena es salvar la Patagonia y quebrar el paradigma del crecimiento continuo e infinito que domina nuestra civilización autodestructiva.
Hay que considerar que el principal inversionista de este proyecto es Endesa España, empresa de generación eléctrica que tiene como controladores a la empresa estatal italiana ENEL y a la española Axiona. Estas empresas quieren realizar un proyecto con una tecnología obsoleta y depredadora, que bajo ningún criterio sería admitida en Europa dados los enormes impactos negativos que produce. Además este proyecto no busca resolver los problemas de generación eléctrica de Chile, sino consolidar la posición monopólica de Endesa España en el mercado energético chileno.
RG: ¿Se puede esperar que esta polémica ayude a desarrollar la conciencia de los ciudadanos a propósito de los problemas ecológicos? ¿Y de qué manera Europa, especialmente Francia, puede ser solidaria de este proceso?
HS: La campaña contra la construcción de las represas ha tenido un respaldo vigoroso y creciente que muestra un cambio en la percepción de la ciudadanía respecto del medio ambiente. Pero también indica una disposición de la sociedad civil a participar más activamente y rebatir un modelo de desarrollo concentrador, pues éste origina monopolios inequitativos y depredadores en todas las actividades económicas. Inequitativos, porque permiten enormes diferencias de ingresos y calidad de vida; y depredadores, porque permiten el saqueo de los recursos naturales y el deterioro ambiental. Ese modelo está siendo contestado y la sociedad civil ha encontrado un caso emblemático donde la concentración monopólica, la inequidad y el deterioro ambiental son llevados al máximo.
Europa puede colaborar presionando a los accionistas de Endesa España para que abandonen un proyecto que está tachado de ilegitimidad. En efecto, los derechos de aguas de los ríos intervenidos fueron oscuramente otorgados por la dictadura de Pinochet -pocos días antes de su fin- a sus propios ex funcionarios, que se apoderaron de una empresa creada por el Estado de Chile en los años 40.Pensamos llamar a una movilización internacional que le pida a la Presidenta Bachelet que declare los ríos de la Patagonia "santuarios de la naturaleza" y, al mismo tiempo, a Endesa España que renuncie a esos derechos espurios. Hay muchas otras posibilidades de generación eléctrica y de hacer ganancias con medios más legítimos.
Una acción así haría que gane Chile y que gane toda la humanidad.